martes, 31 de diciembre de 2013

La presencia de Dios: Clave del Éxito


    12 
    Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.
13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.
14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
    Éxodo 33:12-15

Si hacemos memoría de aquí atrás, vemos que quizá no logramos todo lo propuesto porque encontramos espinas, obstáculos, experiencias negativas, pero en otras cosas también positivas. Lo importante es de ir aprendiendo en medio las experiencias buenas o malas. Nos creemos tan espírituales que creemos que ya no necesitamos aprender. Por eso, vienen esas pruebas en el camino, para darnos lecciones y esas pruebas nos hacen mas fuertes.

Si no has visto la mano de Dios en medio del problema que has tenido, el enemigo se ríe en una esquina porque te tiene en derrota, pero cuando levantas tus manos y alabas a Dios en medio de las pruebas te mantienen en victoria.

Esa es la actitud con la que nosotros enfrentaremos las puertas del 2014 que estás por abrirse. Con el año que acaba no significa que todos los problemas acaban, sino mas bien hacer un pare y considerar como hemos estado enfrentando los desafíos que vienen.

Si escuchamos los deseos de estos días, salud, paz, prosperidad están al menú, pero será que relamente todos pueden vivir en esa seguridad. El salmo 91:1 dice: “El que habita al abrigo del altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente”. La única manera de estar en seguridad, es estar abrigado de la presencia de Dios.

¿Que debemos hacer?
1. Agradecer la compañía de Dios
  • Dios no quiere subir con el pueblo
1 Jehová dijo a Moisés: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré;
y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo
(a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.
    Éxodo 33:1-3

Dios abre camino donde no hay. No solo hace caer las 10 plagas de Egipto para mostrar su poder al pueblo y a Faraón, separa el Mar Rojo en dos para que el pueblo pasara en seco. Sin embargo, estando en el monte Sinaí, el pueblo se conquista a Aarón para que le haga un becerro de oro, mientras Moisés está en el monte junto a Jehová y el pueblo se desenfrenó, olvidando todos los favores y misericordias de Jehová hacia Israel.

En Sinaí se estaba haciendo un alto, como nosotros hoy hacemos un alto para empezar una nueva etapa. Hasta allí era terreno que conocía Moisés. La nueva etapa era un mundo desconocido. Ellos no podían deternse allí. Dios mismo le da una ordén a Moisés que el pueblo suba e ir a la conquista de la tierra que Dios tenía para el pueblo.

El Señor estaba enojado con el pueblo. Le dice a Moisés que le daría un ángel que les acompañara, pero Él no quería mas ir con el pueblo porque era un pueblo rebelde. Aunque había un ángel protegiendoles, Moisés había conocido el Dios de los montes, que cuando la presencia de Dios estaba allí, el éxito era seguro. Los ángeles tienen un poder limitado, pero nuestro Dios es omnipotente, sin límites, con todo poder!

Es difícil caminar sin la presencia de Dios. Decir que somos cristianos o que pertenecemos a una religión, pero cuando vengan los tropiezos no podremos vencer. Pero si la presencia de Dios está con nosotros, podremos decir Eben-Ezer, hasta aquí nos ayudó Jehová. ¿Será que somos como Moisés? ¿Podríamos compararnos con él? Se imagina, si Moisés necesitaba tanto la presencia de Dios, cuanto no mas nosotros.

  • Moisés trata de asegurar su presencia
    12 Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.
13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.
14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.
15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
    Éxodo 33:12-15

En los versos que tomamos al inicio, se registra una conversación con Dios. Moisés recuerda que Dios es un Dios personal y no podía dejarlo abandonado en medio de su travesía. Si estamos reunidos aquí es porque estamos interesados en conocer a Dios y deseamos caminar junto a Él. Lo que le interesaba del futuro a Moisés era conocer mas a Dios. Debemos enfocarnos en encontrar gracia ante los ojos de Dios. Si encontramos gracia delante de los ojos de Dios, Él estará a nuestro lado, dentro de ti, nos saturará y se encargará de hacer real el sueño que Él ya ha determinado para ti.

Que precioso es saber que comenzamos un año y que Dios nos diga como el verso 14, su presencia estará con nosotros y tendremos descanso. Eso es encontrar gracia ante los ojos de Dios. Pero Moisés aún mas, se quiere asegurar al 100% que Dios estaría con ellos. Quería asegurarse que la presencia de Dios estaría junto al pueblo para garantizar la victoria.

Queremos tener las bencidiones de Dios, pero no queremos comprometernos con Dios. Es importante buscar limpiarnos con la sangre del Cordero, aceptar su sacrificio, pero también su doctrina.

2. Renovar el pacto
1 Y Jehová dijo a Moisés: Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste.
Prepárate, pues, para mañana, y sube de mañana al monte de Sinaí, y preséntate ante mí sobre la cumbre del monte.
Y no suba hombre contigo, ni parezca alguno en todo el monte; ni ovejas ni bueyes pazcan delante del monte.
Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra.
Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.
Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !!Jehová! !!Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.
Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.
10 Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo.
Éxodo 34:1-10

Esta noche es para que tu revises si estás cumpliendo con tu parte del pacto de Cristo contigo. Dios siempre cumple su parte, ¿y tú?

  • El Señor proclama su nombre
    El nombre de Jehová significa El que era, el que es y quién ha de venir. En esta porción bíblica, el Dios de los ejércitos, rememora al pueblo el nombre que le define. Quién en grande eternidad tomó una pausa en ella por misericordia, amor y corazón perdonador, pero que su gracia no puede extenderse si tu y yo nos salimos de su protección. Es tan grave esa situación que las consecuencias llegan hasta la cuarta generación de nuestra descendencia.
  • Moisés adora y suplica
    Cuando el Eterno habló, Moisés se tira rostro en tierra. Pide perdón por él y por todo el pueblo, pero mas allá de buscar favor de Dios, se inclinó para adorar su santísima presencia.
  • Dios da su respuesta
Cuando Moisés adora a Dios, su miresicordia siendo tan grande le da respuesta a la súplica de Moisés. En primera instancia, al pueblo alejarse de la presencia de Dios, Jehová ya nos los toma como su pueblo, sino marca la distancia refiriéndose a ellos como al pueblo de Moisés. Pero su amor va mas allá de la corrección, porque le recuerda a Moisés que lo que tiene reservado para ese pueblo, son grandes maravillas.

Este año no prometamos nada, solo pidamos su presencia para ver lo sobrenatural que Dios tiene reservada para nosotros. Ni ojo vio, ni oído oyó, las cosas que Dios ha preparado para aquellos que creemos en Él, que estamos dispuestos a oír su voz, reconociendo que somos arcilla y Él nuestro hacedor. ¿Hemos visto algún muerto resucitar? Cristo dijo que cosas mayores que las que él había hecho, nosotros haríamos. Eso solo se consigue habitando bajo la presencia de Dios.

Por la súplica de Moisés, Dios decidió acompañar al pueblo y concederle su presencia, porque había empeñado una promesa a Abraham y había visto la humildad de Moisés. Moisés conquistó la presencia de Dios. Para conquistarla, necesitamos cumplir condiciones.


3. Hay condiciones
11 Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo.
12 Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti.
13 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera.
14 Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.
Éxodo 34:11-14

  • No hacer alianza con los pecadores
    Si deseamos que la presencia de Dios esté con nosotros, no hagamos alianza con los que no conocen de Dios. Muchos prefieren estar con impíos porque pueden hacer sus sinverguenzadas sin problema alguno según ellos, olvidando que esa alianza aleja la presencia de Dios.
  • Derribar todo altar extraño
    Dios nos ha traído a este mundo para que los que no le conocen se conviertan a Su Palabra y no nosotros a ellos. Nuestro Dios es un Dios celoso. A Dios no se remplaza por nada ni nadie. Él debe ser lo máximo en nuestras vidas. En todo tiempo debemos darle nuestra alabanza. No podemos tener altares extraños en nuestras vidas, hay que hacer limpieza.


Somos el pueblo escogido de Dios para anunciar sus virtudes. Para tener un año de éxito asegurate que la presencia de Dios esté contigo.

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