domingo, 26 de mayo de 2013

Cirugía espiritual


Eclesiastés 7:29
He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.

La cirugía es una especialidad médica cuyo fin es curar las enfermedades o malformaciones mediante una operación o intervenciones quirúrgicas. Partimos hoy de la idea de una operación divina en el corazón del hombre que quita la enfermedad, extirpa el pecado y purifica el ala mediante una cirugía que ningún médico terrenal puede hacer.

El deseo de Dios y fue manifiesto desde la creación es que todos y cada uno sea feliz. El hombre por naturaleza busca la satisfacción en medio de lo que hacemos o nos movemos. De tal manera muchos buscan la satisfacción en los bienes materiales o en los logros terrenales. Otros lo buscan en el matrimonio o en la pareja, pero muchos llegan a cierta etapa donde se percatan que su vida no le dio satisfacción.

El hombre cree que con todas las riquezas, todos los placeres, todos los triunfos, todos los éxitos y renombres en la tierra puede alcanzar la felicidad. La plenitud de la felicidad del hombre consiste en dejar una huella, una marca que vaya más allá del hoy. El día en que partas, ¿Cuál es la huella que dejaremos en esta tierra? ¿Será que podríamos dejar un recuerdo de alguien que amó a Dios por encima de todo? O ¿Será que habremos ganado todo el mundo y al final hayamos perdido nuestra alma?

Así el rey Salomón, después de haberlo probado todo se exclamó diciendo vanidad de vanidades, todo es vanidad. En el capítulo 7 verso 29 de su libro Eclesiastés, remarca que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. El hombre puede discernir entre el bien y el mal. No solamente tenemos instintos sino también podemos razonar, reflexionar y a partir de allí poder encontrar la satisfacción.

El hombre en el huerto desobedeció a Dios y desde entonces nuestra naturaleza tiende hacia el mal. La naturaleza pecaminosa de Adán es transmitida de generación en generación. Hay una necesidad urgente de que Dios intervenga en nuestra vida, para recuperar el estado en el que fue creado por Dios: un estado de rectitud. Hoy tendremos una intervención quirúrgica a corazón abierto, para que Dios trasplante en nosotros un nuevo corazón.

Para ello, necesitamos entrar en el quirófano del Señor.

¿De qué manera se hace esta operación? Para acceder al órgano que ha de ser curado, intervenido y en el caso de hoy trasplantado, se necesita hacer incisiones. La cirugía espiritual de hoy tendrá tres incisiones: El arrepentimiento, el clamor a Dios y la llenura del Espíritu Santo.

1 Incisión: El Arrepentimiento
31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?
Ezequiel 18:31

Debemos tomar acción en desechar, en sacar de nosotros todas nuestras transgresiones con que hemos pecado. La escritura nos recuerda que un poco de levadura leuda toda la masa. Para cortar con el pecado se necesita verdadero arrepentimiento. Esto implica, darle la espalda al pecado, apartarse totalmente de las transgresiones con las que hemos pecado. En otras palabras, va mas allá del dolor o remordimiento, es una actitud que lleva a un corte final con esas actitudes de manera a darle cabida a un nuevo corazón. Una persona adicta al alcohol para ser libre debe primeramente reconocer que tiene un problema y no ponerse en situación de riesgo. No debe entrar en una cantina, ni comprar bebidas alcohólicas, ni mucho menos permanecer en intimidad con las amistades que lo inducen a beber.

Veamos el ejemplo de rey David. Luego de haber fallado ante Dios y haber tomado a Betsabé esposa de Urías el Heteo.

Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.
Salmos 51:3-4

Imagínese, el dulce cantor de Israel, cuya alabanza ya no llegaba al corazón de Dios. Quizá creyó que estaba bien, pero el profeta Natán, enviado por Dios, le encara su pecado y le urge de un nuevo corazón. Siendo el rey, David se humilla y reconoce que ha pecado ante Dios. Este salmo remarca con qué sinceridad plasma el rey David su arrepentimiento. En vez de buscar callar su pecado, entiende la importancia de reconocer su estado para poder retomar el favor de Dios.

La primera incisión duele, porque implica doblegar nuestro orgullo, dejar de lado nuestra reputación y venir humillado ante Dios.

2 Incisión: Clamor A Dios
El dulce cantor, cuando tocaba el arpa, los demonios tenían que correr. Luego de su pecado, quizá ni una alabanza le salía, quizá sentía ese vacío que mucho tenemos. Tuvo que exclamarse a gritos. Me lo imagino en el piso llorando, quebrantado diciendo:

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Salmos 51:10

Todos hemos nacido con un propósito. El rey David reconocía que se había alejado del propósito. Descuidó su vida espiritual. Necesitaba que Dios creara en él un corazón limpio y un espíritu recto dentro de él. Una incisión dolorosa traducida en un clamor a Dios de lo más profundo de tu interior.

3 Incisión: Llenura Del Espíritu Santo
La operación aún no acaba. Se necesita un implemento de fortaleza, que nos guíe a toda verdad y a toda justicia: El Espíritu Santo. Por mas que se presenten las oportunidades de pecar, el Espíritu Santo te ayudará, te traerá a memoria las porciones de la palabra, te recordará que cada gota de la sangre del cordero, cada latigazo, caso incisión de la corona de espina fue por amor a ti. ¿Cuánto no hacemos sufrir el Espíritu Santo de Dios? El rey David sentía que su relación con Dios había cambiado totalmente. Por ello escribe:

11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.
Salmos 51:11-12

Debemos revisar atentamente y con sinceridad nuestra vida. ¿Qué impide que seamos un real impacto? ¿Por qué predicamos y nadie se convierte? ¿Por qué si oro y vivo una vida que considero buena, vamos de derrota en derrota? ¿Por qué nuestros hijos andan perdidos?

Cuando hay un corazón enfermo no podemos amar, ni servir. En los hogares hay muchos corazones dolidos, con raíces de amargura, por el maltrato, por la falta de cariño, porque todo es pleito. Falta el Espíritu Santo, quién es paz, amor, justicia y benignidad.

Cuando has venido a Dios, el Espíritu Santo limpia tu corazón, limpia tu casa. Pero, cuando echamos fuera al Espíritu Santo, contaminándonos con el pecado, el enemigo ve por la ventana, ve tu corazón limpio, ordenado y buscará entrar en Él. La casa está abandonada. Por ello, no debemos contristar al Espíritu Santo. El salmista dice, no quites de mí tu Santo Espíritu, vuélveme el gozo de tu salvación.

Una incisión llena de esperanza: la llenura del Espíritu Santo.

4 Cierre De La Operación: Conversión Real
Necesitamos voluntariamente someterse a la dieta de cuidarte y el adoptar un nuevo modo de vida. Dios inmediatamente al salir de quirófano, viene el brillo de Dios en tu rostro, la alabanza nuevamente en tu boca.

32 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis.
Ezequiel 18:32

Vas dispuesto a disfrutar la vida nueva que Dios te da y disponernos a ya no mas andar en el mal.

¿ Quieres Ser Feliz?
Entra hoy al Quirófano de Dios. Arrepiéntete, clama a Dios, pide la llenura del Espíritu Santo y decídete a vivir para Dios.




domingo, 19 de mayo de 2013

Sembrando en Buena Tierra

El ser humano a tratado por diferentes medios de interpretar y comprender la conducta del humano. Por ello existen disciplinas como la sicología y la sociología, donde en el primero de los casos busca a estudiar al individuo enfrentandóse a sí mismo y la segunda disciplina mas bien la relación de este individuo con la sociedad. Así podemos escuchar hablar de algunos conceptos elaborados como el behaviorismo que interpreta las conductas espontáneas o reflexivas como comportamientos que pueden ser explicados en términos de estímulo-respuesta derivaría de las relaciones entre estímulos y respuestas. La Recompensa, castigo y extinción. Un concepto que podemos ver en diferentes partes expuestos en la palabra de Dios, donde la palabra recompensa es mencionada 45 veces y la palabra castigo 88 veces.

Por su parte, propone el contructivismo donde postula la necesidad de entregar al alumno herramientas que le permitan crear sus propios procedimientos para resolver una situación problemática, lo cual implica que sus ideas se modifiquen y siga aprendiendo. El constructivismo educativo propone donde el proceso de enseñanza se percibe y se lleva a cabo como proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto, de modo que el conocimiento sea una auténtica construcción operada por la persona que aprende. El constructivismo se aplica como concepto en la enseñanza orientada a la acción.

La palabra de Dios nos refiere en 1 corintios 3 del 11-13, que debemos cuidarnos de ver como construimos.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.

En el siglo de las luces, despues de varios años de obscurantismo, Jean-Jacques Rousseau en su tratado Émile et l'éducation compara la educación a la siembra de una planta. Eso me recuerda la parábola de los dos árboles:

En Lucas 8:5-8 dice:
El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron.
Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.
Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. 

Esta parábola es explicada por Jesús como siendo:
12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.
13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

Reflexionando un poco mas allá de una lectura a primer nivel, mi curiosidad me llevó a preguntarme que si la voluntad de Dios expresada de que ninguno se pierda mas todos procedamos al arrepentimiento, porque es permitido que ciertas semillas se pierdan y se echen a perder. ¿Cual sería nuestro papel como padres, educadores, maestros en el asegurarse de que ninguna semilla se desperdicie?

Como líder de esta iglesia e hijo de pastor he escuchado en múltiples ocasiones que muchos dicen que la iglesia está como está por el pastor o líder que tenemos. Sin embargo ese discurso no solo pone una enorme carga sobre el pastorado sino que es una declaración de desresponsabilisación de los individuos frente a sus actos. ¿Porque? ¿Donde reside ese esa desresponsabilisación?

Deseo que reflexionemos en 2 aspectos básicos que nos permitirán disfrutar de un buen fruto:
  1. Preparar la tierra: Defender y proteger a nuestros niños.
  • 12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.
  • 13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
  • 14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
  • 15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
  1. Escoger la semilla
¿Si deseamos cosechar un fruto X, que typo de semilla debemos sembrar?
Si dice la Biblia que el fruto del Espíritu es: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gal.5:22,23), que debemos sembrar.
  1. Y por utlimo lo que va a hacer que esa semilla cresca, debemos de regarla con oración, consaración a Dios y UNIDAD.