domingo, 20 de julio de 2014

Esperanza contra esperanza





18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara.
20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;
Romanos 4:18-21
Estamos viviendo momentos difíciles en esta tierra, la maldad se multiplica, el desempleo el alza de costo de la vida va en aumento, la criminalidad, la violencia y la corrupción son el pan de cada día, son momentos donde los gobiernos y la sociedad misma sueña con un mundo mejor, el hombre se esfuerza en hacer cambios con la esperanza de un futuro mejor. ¿Pero… Que es la esperanza?
La esperanza es un estado de ánimo optimista, basado en la expectativa de resultados favorables, relacionados a eventos o circunstancias de la propia vida.
Podríamos decir, si se me permite que hay lo que llamaremos la esperanza humana y la esperanza divina.
La esperanza humana  es la confianza que ocurrirá lo que esperamos dependiendo de nuestras aptitudes, habilidades o las circunstancias que nos rodean.
La esperanza divina Es esperar con firmeza que Dios cumpla lo que ha prometido en su palabra a pesar de las circunstancias que nos rodeen; esta esperanza es la confianza en Dios, fe en su poder y en su palabra. Que no depende de lo que nosotros podamos hacer.
El pueblo de Dios necesita aprender a poner su esperanza en Jesús, el autor y consumidor de la fe, a pesar de lo que esté pasando en este mundo, porque no dependemos de nuestra fuerza sino de la ayuda de Dios que es nuestra esperanza.
A través de la experiencia de Abraham  Dios nos enseña que vale la pena depender de Él.
Dios llama a Abram a dejar la esperanza humana
 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Génesis 12:1
La esperanza humana está basada en los recursos naturales humanos terrenos y Dios lo está invitando a que los abandone.
No es fácil tomar esta decisión de abandonarlo todo para obedecer y depender de un Dios desconocido para él.
Abram creció en Ur de los Caldeos, desde pequeño vio que la gente ponía su esperanza en ídolos, aprendió a que las cosas sucedieran por su propio esfuerzo.
Cuando Dios lo llama tenía 75 años, tenía que dejar su tierra, sus amigos, sobre todo dejar su familia.
Muchas veces la seguridad del hombre está basada en su entorno, si te enfermas puede contar con la ayuda de papa o de mama ect.
En tiempos de necesidad sino encuentras ayudas en tu familia ahí están los vecinos, los amigos con quienes creciste en el barrio.
Pero Dios le está diciendo: abandona todos los recursos con los que has vivido y sígueme a la tierra que te mostrare, no era fácil.
A cuantas personas les cuesta seguir a Cristo porque lo primero que piensas es que van a perder amigos, que su familia no lo va a entender y se llenan de temor para iniciar una vida de Fe, porque esto es dar paso hacia lo desconocido
Dios le da una promesa a Abram
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Génesis 12:2
Haré de ti una nación grande, no una familia, una nación.
Para esto se necesita tierra y mucha gente y aunque no sabia hacia donde iba, ni tenia descendientes, obedece y lo deja todo, deja la esperanza humana y toma la esperanza divina.
Pasaron los años, Dios había prosperado a Abram pero no se había cumplido la promesa.
Abram ve la esperanza humana.
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Génesis 15:1-5
·         No tenía hijo
·         Estaba viejo
Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera.
Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:
He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes.
Y no se llamará más tu nombre Abram,[a] sino que será tu nombre Abraham,[b] porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.
Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti, y reyes saldrán de ti.
Génesis 17:1-6
15 Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara[a] será su nombre.
16 Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.
17 Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de concebir?
Génesis 17:15-17
Sara tenía 90 años y era estéril
10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Genesis 18:10-15
Vemos aquí que a pesar de caminar con Dios todavía Abraham y Sara miraban la esperanza humana, es decir venían sus recursos naturales.
Cuantas veces Dios nos ha hablado por su palabra, cuantas promesas Dios te ha dado Dios, pero en lugar de mirarlo a Él, vemos nuestras posibilidades o nuestros recursos?
Dios quiere que confiemos en su poder
Le creyo en esperanza contra esperanza cuando puso su fe en Dios, dejo de considerar su cuerpo que estaba como muerto, dejo de pensar en la edad y la esterilidad de Sara, echo fuera la duda y se fortaleció en Fe, plenamente convencido que nada hay imposible para Dios
Puedes tener muchos problemas, muchos defectos, quizá pienses que no puedes superar tu situación, no mires a tu alrededor, mira a Cristo, cree en su palabra, pues fiel es quien prometió.
¿Cuál es tu necesidad? No pongas tu esperanza en las cosas terrenales, crele a Dios, deposita tu esperanza en El, porque aun viviendo en este mundo lleno de maldad, podemos decir como el Salmista.
El que habita al abrigo del Altísimo
    Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
Salmos 91: 1-2

Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,
10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.
Salmos 91:1-2






domingo, 22 de junio de 2014

Un padre responsable

Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad en vano vela la guardia.
2Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
Salmos 127:1-2


En todas las épocas, el deseo de Dios es levantar un remanente santo que le adore en espíritu y en verdad.
Levantar una familia que experimente la maravillosa presencia de Dios viviendo en el centro de su voluntad.
Dios espera que cada uno de sus hijos, desarrolle una paternidad responsable, lo que equivale a ser un sacerdote del altísimo.
Engendrar un hijo es fácil, cualquier hombre sin problemas de infertilidad puede engendrar hijos, pero hablar, llevar una paternidad responsable es otra cosa.
En medio de la generación materialista que vivimos, muchos han confundido la paternidad responsable saturando la vida de sus hijos con cosas materiales, olvidando que como padres debemos amar a nuestros hijos y sacar tiempo para cuidarlos, enseñarles, corregirles e instruirles especialmente en el camino de Dios.
El privilegio de ser padre conlleva una función sacerdotal que permite al Señor habitar entre nosotros y traer a nuestra familia la armonía, la paz y la seguridad que necesitamos.
El jefe de cada familia debe desempeñar el papel de sacerdote familiar.
Veamos los tres deberes esenciales de un sacerdote.
1.    Servir a Dios en el santuario.
Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos.
Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.
Levítico 21:6-7
Esto nos habla de nuestra comunicación personal con Dios, porque para servir en el santuario debemos llevar una vida que agrade a Dios y que sirva de ejemplo a nuestra familia, contar con una esposa que como ayuda idónea goce de un carácter ejemplar no contaminarnos con las costumbres paganas, ni tocar cosas inmundas.
Quizás alguien diga eso era para Aarón y sus hijos, pero antes del éxodo cada jefe de familia era el sacerdote del hogar y hoy 1ra de Pedro 2:9 nos recuerda que somos linaje escogido y real sacerdocio.
Una vida santa y pura y sin mancha nos permite honrar a un Dios Santo y nos da el respaldo moral y espiritual para tener una paternidad responsable.
2.    Enseñar la palabra de Dios
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Deuteronomio 6:5-9
Tenemos la responsabilidad de hablar, respetar y explicar la palabra de Dios a nuestros hijos, la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es la reverencia y el temor a Dios enseñándoles que lámpara es a nuestros pies la palabra y lumbrera a nuestro camino.

3.    La intercesión
E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.
Job 1:4-5
            Un intercesor es un mediador entre Dios y los hombres, Dios nos da el privilegio que a través de Jesucristo podamos llegar hasta el trono de su gracia, no solo por nuestras necesidades personales, sino también para bendecir nuestros hijos, pagar y clamar cada día por ellos, vivimos en medio de un mundo lleno de maldad, de corrupción de vicios y pecados y debemos levantar un vallado de protección alrededor de nuestra familia para que la influencia del pecado no los contamine, la maldad solo se puede contrarrestar con oración y clamor como lo hacía Job
Los más altos valores de la cristiandad pueden establecerse cuando entendemos la función sacerdotal que Dios nos ha dado en el hogar.
EL salmo 127:1-2 dice:
Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad en vano vela la guardia.
2Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
Salmos 127:1-2
Tomemos hoy la decisión de cumplir nuestro deber sacerdotal y dejemos que el Señor edifique y guarde nuestra familia y digamos como Josué 24:14-15
14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.
15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.
Josué 24:14-15
SI esto haces eres un padre responsable y sacerdote del altísimo.






domingo, 8 de junio de 2014

La promesa de Dios es para ti

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Génesis 3:15

Desde que Adán pecó, Dios ha estado interesado en dar al hombre la oportunidad de reconciliación. Por eso en este verso encontramos lo que se conoce como la primera promesa de redención.


Dios puso enemistad entre Satanás (la serpiente antigua) y la raza humana. Dios mismo estaba profetizando del momento en que el enemigo le mordería el calcañar a Cristo con la muerte en la cruz; pero al mismo tiempo declaró la victoria de Cristo, aplastándole la cabeza al diablo, resucitando con poder de entre los muertos.

La Biblia enseña que Jesús quitó las llaves al que tenía el imperio de la muerte y que ni la muerte ni el sepulcro lo pudieron retener. Jesús resucitó y vive. Suyo es el poder y la gloria para siempre.

Con esta victoria, Jesús reivindica al Hombre, llevándole al estado de comunión con Dios que se había perdido con la caída de Adán, allá en el huerto.

Ahora bien, esta promesa consiste en:

1)    Salvar a quién invoque el nombre de Jesús

Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Hechos 2:21

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hechos 4:12

El nombre que tú debes invocar no es el de Pedro ni ningún otro apóstol o  profeta, debes invocar el nombre que es sobre todo nombre: JESÚS.

Ese nombre debe invocarse con todo respeto, sabiendo que es un nombre que tiene poder, que cuando se menciona algo debe pasar. Se debe invocar únicamente en la alabanza o en la súplica por un favor de su intervención en nuestra vida.

Él es el que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Es Jesús quién dio su vida por ti. Es Él quién derramó su sangre para limpiarte de pecado y liberarte de la condenación eterna.

22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Hechos 2:22-24

2)    Perdonar a quién se arrepiente

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados
Hechos 2:38ª

Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio
Hechos 3:19

Arrepentimiento es sentir dolor por haber pecado, por fallarle a Dios y tener en poco el sacrificio de Cristo.

Para mostrar verdadero arrepentimiento es necesario reconocer que Jesús es el Señor y debe operarse un cambio de mentalidad, de conducta de actitudes y de acciones, significa andar en novedad de vida.

3)    Darnos su Espíritu Santo

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8

El hombre que sigue en su vida de pecado, su propia consciencia le recrimina. Si estás en pecado y sientes corrientes, sientes algo como si fuese el Espíritu Santo, preguntate cual espíritu es quién te hace sentir lo que sientes. El hombre arrepentido recibe la llenura plena del Espíritu santo, su fresca unción lo capacita dándole poder para disfrutar la libertad en Cristo y para testificar que Jesucristo es el Señor.

¿Para quién es la promesa?

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hechos 2:39

Esta promesa es para ti:
·         Para ti que vives alejado de Dios;
·         Para ti que practicas una religión sin aún tener un encuentro personal con Cristo;
·         Para ti que anhelas conocer más de Dios;
·         Para ti, quién lees estás líneas;
·         Para ti es la promesa

Esta promesa es también para tus hijos. Tus hijos están bajo esta promesa. Las nuevas generaciones deben conocer a Jesucristo como su Señor y ser llenos del Espíritu Santo. Como padres, tenemos la responsabilidad de guiar y de instruir a nuestros hijos a la búsqueda y al conocimiento del Hijo de Dios.

También es para los extranjeros y todo aquel que el Señor nuestro Dios llamare. Debeos testificar con nuestras palabras y nuestro estilo de vida. Predicar el evangelio con nuestro ejemplo, porque la promesa de salvación les debe alcanzar también, porque la promesa es para todos.

¿Te has apoderado de la promesa?
Recuerda que la promesa de Dios es para ti.


domingo, 18 de mayo de 2014

La decisión más importante

El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.Juan 3:18

La vida está llena de situaciones en las que dependiendo de las decisiones que tomemos, así será el éxito o el fracaso que tendremos. El hombre se preocupa por las diversas áreas de su vida, tratando de tomar las mejores decisiones, ya sea en lo físico, en lo material, lo sentimental, lo intelectual o en lo moral, pero se le olvida de la decisión más importante de su vida y es la que tiene que ver con su área espiritual.

1 - ¿Por qué es esta la decisión más importante?

            a)    Porque la vida terrenal es breve

Hazme saber, Jehová, mi fin,
Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy
.
He aquí, diste a mis días término corto,
Y mi edad es como nada delante de ti;
Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah
Ciertamente como una sombra es el hombre;
Ciertamente en vano se afana;
Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
Salmo 39:4-6

Muchas veces nos afanamos tanto en lo terrenal que se nos olvida lo corta que es la vida. Santiago 4:14 nos pregunta: ¿qué es la vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco y luego se desvanece.

             b)    Porque el pecador vive lejos de Dios

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios
Romanos 3:23

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23

El pecado es abominación delante de Dios, por lo que todo hombre que se encuentra en condición de pecador está separado de Dios.

Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y Dios; y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro para no oír.
Isaías 59:2

             c)    Porque un día Dios juzgará a los hombre

Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.
Hebreos 9:27

Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
2ª Corintios 5:10

Muchas personas deciden entregarse al placer, a los vicios y al pecado declarando que después de esta vida, no hay otra o que con la muerte física, todo termina. Pero aquí la Palabra de Dios nos dice que es necesario comparecer ante el tribunal de Cristo.

2 - El deseo más grande de Dios es restaurar al ser humano

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Lucas 19:10

Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos vengamos al arrepentimiento; por eso diseñó un plan de salvación que incluía derramamiento de sangre para remisión de los pecados. No podía ser cualquier sangre, tenía que ser la sangre de un cordero perfecto, sin mancha y sin contaminación. Ese cordero fue Cristo Jesús.

           a)    Cristo se entregó para darnos salvación

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz
Filipenses 2:7-8

Abandonó su gloria y se humilló escogiendo morir crucificado para que así como Él se entregó voluntariamente, también nosotros voluntariamente tomemos la decisión de venir a Él arrepentidos.

3 - Esta decisión es voluntaria
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Juan 3:18

El fin o el destino de cada persona dependen de lo que hace en relación con ese sacrificio. Los que creen, están destinados a la salvación eterna. Pero el que decide no creer y rechazar este sacrificio, está destinado a la condenación eterna.

            a)    ¿Qué es creer?
Es tener fe en Jesús. Es venir a Él arrepentidos, ser leales a su persona y a Su doctrina. Recuerda que la salvación es un privilegio que Dios otorga gratuitamente a los que creen en Cristo y le reciben como Su Señor.

Esto te da el poder de ser llamado hijo de Dios. Recibes una nueva naturaleza y un nuevo carácter que te permite conocer las cosas del Espíritu.

La decisión más importante que debes tomar, no es aceptar una religión, sino reconocer a Cristo como tu Señor y salvador y adoptar un nuevo estilo de vida de acuerdo a la palabra de Dios.

¿Quieres tomar hoy esa decisión?


La decisión es personal y voluntaria. Lo que decides hoy afectará tu vida para siempre.