domingo, 16 de junio de 2013

Cumpliendo con nuestra taréa

Salmos 127
1 Si Jehová no edificare la casa,
    En vano trabajan los que la edifican;
    Si Jehová no guardare la ciudad,
    En vano vela la guardia.
Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.
He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

Estamos viviendo una de las épocas donde el respeto, los valores morales, los valores espirituales estan en vía de extinción. Muchos somos los que criticamos la nueva generación y los tildamos de todos los nombres habidos y por haber, sin embargo no nos ponemos a reflexionar cuan grande es la responsabilidad que nosotros tenemos en el resultado de todo este caós que vivimos.

Repite hoy conmigo:
Tenemos un compromiso con nuestros hijos
Tenemos un compromiso con nuestra sociedad

Debemos levantar una generación que ama y respeta a Dios. Porque amando y respetando a Dios, nuestros hijos podrán respetar y amar a los demas, a los ancianos, a las autoridades y a todo lo creado por Dios.

Cuando nuestros hijos se rebelan, no es el momento de preguntarle a Dios el porque, sino de analizar nuestra vida y ver en que hemos fallado.

1- Recordando El Pacto De Dios Con Adán Y Eva
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.Génesis 1:28

Dios en este pacto toca la base de la sociedad: La familia. Cuando hay familias firmes, sólidas, basadas en Dios, podremos ver la gloria de Dios. Dios le da dominio sobre la naturaleza. Pero para que Adán y Eva desempeñasen esa taréa, era imposible que dos personas solas pudiesen hacerlo, por eso Dios les da el privilegio de procrear, de ser colaboradores de Dios en la taréa de multiplicar la humanidad, participar de la creación.

Sin embargo no basta con engendrar hijos. Como decían mis abuelos, padre no es el que engendra, sino el que cría y educa. En estos últimos tiempos vemos cantidad de madres solteras a causa de hombres que han abandonado su responsabilidad. Nosotros tenemos el privilegio de restaurar los valores. Hermana si un hombre te abandonó, el Cristo de la gloria está allí para restaurar y ser ese amor fiel.

2- La Obligación De Preparar A Nuestros Hijos
Como saetas en mano del valiente,Así son los hijos habidos en la juventud.Salmos 127:4

Tenemos el deber de preparar a nuestros hijos. Una saeta era una flecha aguda, bien afilada, bien preparada, bien formada, bien hecha, bien trabajada, para que esa flecha tuviese el perfecto equilibrio para llegado el momento de ser lanzada, no se desviara, sino que pudiese cumplir su propósito y pegar en el blanco.

La palabra pecado significa errar el blanco. Es nuestra responsabilidad de preparar nuestros hijos, como dice proverbios 22, instruye al niño en su camino para que cuando lelgue a viejo no se aparte de él. Tu hijo cuando lo lances a la vida, pueda pegar en el blanco perfecto llevando una vida de santidad, siendo ejemplo en la sociedad, siendo una generación de adoradores. Si Dios te dio el privilegio de tener tus hijos, es porque sabe que puedes con la instrucción de tus hijos.

Nuestra obligación viene entonces a educar, cuidar, para que cuando salga de casa, sea efectivo al enfrentar la vida.

3- Ocupar Nuestro Lugar De Sacerdocio
127 Si Jehová no edificare la casa,    En vano trabajan los que la edifican;    Si Jehová no guardare la ciudad,    En vano vela la guardia.Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,Y que comáis pan de dolores;Pues que a su amado dará Dios el sueño.Salmos 127:1-2

Como sacerdotes tenemos la obligación de atraer la presencia de Dios en el seno de nuestra familia. Esta taréa no es fácil. No hay manuales unicos para ser padres, porque estamos trabajando en la formación intelectual, física y espíritual. Nuestros hijos están rodeados de un mundo pecaminoso. Debemos educarlos bíblicamente, para que al llegar a los colegios y a las universidades, nuestros hijos cuando reciban todas las teorías contrarias a la Biblia, ellos puedan levantarse y resistir a las corrientes del mundo.

El manual perfecto para que el mundo cambie no son los tratados de Darwin, de Marx o de Lenín, sino tenemos la palabra de Dios que nos muestra que fuimos creados de parte de Dios respetando los altos valores morales, espirituales de igualdad, hermandad y equidad.

Si el Señor no edifica la casa... Esto implica que necesitamos atraer la presencia de Dios en nuestra vidas. Está el deber que nuestros hijos conoscan quien es Jesús. Eso es por medio de la educación y la enseñanza, pero sobretodo por el ejemplo que estamos dando. No son los bienes materiales, sino mas bien darles tiempo de calidad, tiempos en la presencia de Dios. El trabajo no es todo, la relación intima con tu hijo es lo que forja su carácter, su personalidad.

En casa teníamos el hábito del culto familiar. Cada uno teníamos una responsabilidad, los momentos no pasaban de 5 a 10 minutos, pero era tiempo de calidad en la presencia de Dios. Es nuestra responsabilidad de dar un ejemplo de lo que es realmente la vida cristiana. Espíritu, alma y cuerpo deben ser irreprensibles para la gloria de Dios. Quizá te tilden de fanático, pero por amor a nuestros hijos, debemos de procurar mantener la presencia de Dios en casa, para que Dios sea edificando nuestra casa.

Por otra parte, es importante, tal cual Job, tener una oración de intercesión por nuestros hijos. Cada día intercedía por sus 7 hijos y 3 hijas. Sus hijos estaban grandes, adultos. Dice la palabra que hacían banquetes. Job pudiese decir: “ellos gozándola y yo orando, no vale”. Pero Job por amor y su responsabilidad ante Dios, ofrecía sacrificio por cada uno de sus hijos. Un sacerdote siempre bendice a sus hijos e intercede por sus hijos.

4- Recordar Que Somos Custodios De Una Herencia
He aquí, herencia de Jehová son los hijos;Cosa de estima el fruto del vientre.Salmos 127:3

Nuestros hijos valen mas que todo lo mas precioso de este mundo. Sin embargo no son nuestros. Dios nos ha dado la responsabilidad de cuidar, de proteger, de custodiar a nuestros hijos. Nuestro papel es de darle todo lo necesario a nuestros hijos.

Muchos pandilleros relatan que su familia de carne no le dio la importancia, el amor, el cuidado, la unidad y por eso van tras las pandillas. Muchas jovenes que se enrolan en la prostitución es por la falta de cariño en casa. No debemos descuidar ninguna área de la vida de la vida de nuestros hijos. Desarolla los atributos que Dios ha puesto en nosotros y en nuestros hijos, seres pensantes, seres afectivos y seres espirituales.

Debemos levantar una generación nueva que tema y ame a Dios por encima de todas las cosas. Cultivemos el carácter de Cristo en nuestros hijos. Que aprendan a vivir en humildad, sabiendo que las riquezas y los placeres no lo es todo en la vida, sino mas bien que debemos aprender a ser agradecidos con Dios. Lo que necesitamos para ser feliz es de recordar el pacto de Dios, preparemos bien a nuestros hijos, atraigamos la presencia de Dios en nuestra vida, heredarsela a nuestros hijos y darles tiempo de calidad.

Si cumplimos bien la taréa somos bienaventurados.
Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;No será avergonzadoCuando hablare con los enemigos en la puerta.
Salmos 127:5

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