domingo, 17 de noviembre de 2013

La marca del verdadero discípulo


¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? 
Lucas 6:46 

Si vamos a hablar en esta tarde de un verdadero discipulo es porque hay malos discipulos. Para la enseñanza de hoy estaremos tratando de tres términos y conceptos esenciales para el aprendizaje de hoy.

Discípulo:  
Alumno, aprendiz, uno que defiende  o practica las enseñanzas de su maestro 

Seguidor 
Partidario, admirador 

Marca 
Señal que sirve para distinguirse  o identificar algo o alguien  

Dice la Biblia que mismo los fariseos se admiraban como Jesucristo enseñaba pero no practicaban ni defendían las enseñanzas de Cristo. Los que iban tras de Cristo era un grupo subdividido en dos: Los discípulos y los seguidores.

En cierta ocasión, Mateo registra que Jesús llama a parte a sus discipulos en Cesarea de Filipos y pregunta: ¿Quien dicen los hombres que es el hijo del Hombre? Ellos responden lo que un simple seguidor decía de Cristo: Un profeta, Elías, Moisés, etc. Esto denotaba que los seguidores no conocen a Cristo, tan solo deseaban salud, prosperidad, un milagro en su vida.

Hoy en día, esta misma penosa situación sucede en las diversas congregaciones. Muchos andan tras milagros, tras señales, tras dones de ciencias para que se les revele su futuro, pero no buscan el reino de Dios y su justicia. No estamos dispuestos, en diversas ocasiones, a ser un aprendíz, a interiorisar y a defender las enseñanzas de Cristo.

Cuando Jesús llamaba a sus discipulos, tan solo les decía: Ven y sígueme. Al instante, ellos dejaban todo y le seguían. Ellos deseaban ser como Cristo. De esos discípulos, 12 se graduaron con méritos, si me permiten la expresión y fueron llamados los apótoles.

De los 10 leprosos que Jesús sanó, tan solo un regresó agradecido ante el maestro. Los 9 otros, solo andaban tras un milagro. Un verdadero discípulo es agradecido y reconoce que todo se lo debe a Él. Él es su Señor, a quién se le rinde su voluntad, se rinde su vida. Ya no vive como el discipulo desea vivir, sino conforme a la regla de fe y de conducta que es la Santa Palabra de Dios.

Hasta los profetas pueden equivocarse portando atención en la apariencia. Vemos el ejemplo del profeta Samuel quién se equivocó 7 veces viendo lo hermoso, lo apuesto que eran los hijos de Isaí. Por ello, solo el maestro puede conocer quien tiene la marca del verdadero discípulo.

La marca del verdadero discípulo es la obediencia  
La gran cualidad que hace la diferencia entre un simple seguidor y un verdadero discípulo es la obediencia. Luzbel, el mas precioso de entre los ángeles, un día se infló de orgullo y no quizo mas ser un siervo, sino que quizo poner su trono por encima al de Dios y fue echado del cielo. No hay lugar en el reino de Dios para rebeldes. Si somos verdaderos discípulos, debemos reconocer que Él es el Señor en todos los aspectos de nuestra vida.

46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? 
Lucas 6:46 

Este verso se encuentra al final de lo que conocemos como el sermón del monte. Los teologos han acordado que este pasaje es la constitución de la vida cristiana. En el plan de Dios la obediencia identifica que Jesús es mas que un hacedor de milagros y vidente, Él es el Señor de señores a quién debemos doblegar nuestra voluntad.

La obediencia mas que una obligación es una expresión de amor  
Muchos obedecen físicamente, pero por dentro estamos renegando. No hay amor en nuestro gesto. Obedecemos por sentimiento de deber o simplemente esperando una recompensa. El discípulo obedece por amor.

15 Si me amáis, guardad mis mandamientos
Juan 14:15 

La obediencia establece una relación de amor entre nosotros y Cristo. Hemos entendido que en el Señor nos vestimos con pudor, con modestia; hablamos solo cosas edificantes; vivimos la pureza y el verdadero amor hacia los hermanos y pasión por Cristo. Todo únicamente por amor, solo por amor.

Dios te pone a prueba en pequeñas cosas para ver cuanto le amas. Todo tiene su lugar, su tiempo, no vayas a suplantar ninguna pasión otra en tu vida antes de Cristo. Si eres discípulo, obediencia espera Dios y se agrada mas que sacrificios.

El amor hace que voluntariamente nos sometamos a la voluntad de Cristo. Dios bendice a los que le buscan de corazón, sinceramente y con ferviente amor.
   
La obediencia abre las puertas de bendición 
Hay principios de validéz permanente en la palabra de Dios. La obediencia es una de ellas. Este principio jamás se invalidará y permanecerá para siempre. Veamos lo que Dios le dice al pueblo de Israel con respecto a la idolatría, mostrando una relación personal con nuestro Dios:

26  No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios. 
2 Guardad mis días de reposo, y tened en reverencia mi santuario. Yo Jehová. 
3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, 
4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. 
5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. 
6 Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país. 
7 Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. 
8 Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros. 
9 Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros. 
10 Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y pondréis fuera lo añejo para guardar lo nuevo. 
11 Y pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará; 
12 y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. 
13 Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos, y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar con el rostro erguido. 
Levítico 26:1-13

Este pasaje es potente. ¿Porque no recibimos la bendición de parte de Dios? Por mas que oremos por la paz en nuestros paises, miestras estamos en desobediencia, en idolatría, no alcazaremos las bendiciones del eterno.

Si vivimos en obediencia, alejados de la idolatría, respetando el santuario, dándole el tiempo merecido a Dios, Él afirmará su pacto sobre nosotros. Él estará en medio de nosotros, seremos su pueblo. Nos estamos privando de las bendiciones de Dios, hemos cerrado las puertas de la bendición al desconocer, al no querer entender la importancia de la obediencia. Hasta el mismo diablo respeta a aquellos que saben obedecer, someterse a la autoridad.

La desobediencia abre las puertas de maldición
Ahora si que se complican las cosas. Se oye mucho sobre el que viene a Cristo ya no tiene problemas y conflictos, sin embargo, se ha olvidado completar esa sentencia con la realidad en que muchos vivimos. ¿cuales son las consecuencias de la desobediencia? En este mismo pasaje de Levítico 26, Jehová continúa su amonestación:

14 Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, 
15 y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, 
16 yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. 
17 Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga. 
18 Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. 
19 Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra tierra como bronce. 
20 Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto. 
Levítico 26:14-20 

Grandioso, aquí el eterno no solo te invita a conocer los mandamientos de Dios, sino a hacerlos, a ponerlos por obra. La única manera en que Dios quita su protección de sobre nosotros es cuando vivimos en desobediencia.

¿Porque se hace difícil cumplir los mandamientos de Dios?

Los mandamientos de Dios no son gravosos 
Nos es dificíl hacer la voluntad de Dios porque consideramos los mandamientos de Dios son gravosos. Gravoso significa molesto, pesado o costoso.

5 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 
2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos
3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos
4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe
5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 
1 Juan 5:1-5 


Se reconoce el verdadero dscípulo porque guarda TODOS sus mandamientos sin excepción. Ama a Dios por encima de todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo. Sus mandamientos no son pesados, difíciles, gravosos. El ha pensado todo para nuestro bien. Cada mandamiento tiene un objetivo de protegernos de dolor, de superficialidad, de maldición.


Nuestra victoria es nuestra fe manifiesta por nuestra obediencia.

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