25 Por
tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer
o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido?
33 Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas.
Mateo
6:25-33
Uno
de los temas centrales del mensaje de Cristo ha sido el
establecimiento de su reino en la tierra. Cuando hablamos de reino,
hablamos de un nuevo orden de gobierno. Este reino tiene como
primicia la felicidad de cada uno de los que pertenecen a ese reino.
Cuando entras bajo el gobierno de Cristo, independientemente de
cualquier circunstancia hay alegría,
contentamiento, de felicidad plena. Un reino donde cada uno es
siempre bendecido porque la presencia de Dios está en nuestra vida.
Uno
de los obstáculos mas grandes para disfrutar el reino de Dios en
esta tierra, es el afán que tenemos para las cosas materiales. A ese
obstáculo debemos echarlo fuera. Es una gran montaña que no nos
deja ver el reino de Dios.
1.
Jesús quiere que no nos afanemos
Por
eso Jesús dijo: No
os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
El
afán es de hacer mas allá de lo que debemos hacer. Es preocupación
por cosas que causan ansiedad, tensión, presión, Cambio de ánimo o
de carácter.
Hemos
perdido el contentamiento con lo que Dios nos da. El afán lleva al
hombre a hacer cosas en contra de la moral. No importa trabajar bajo
la mesa aún recibiendo prestaciones sociales del gobierno que lo
impiden, para otros no importa robar, matar o hasta engañar los que
le aman. El satisfacer su propio deseo, sus anhelos que calmarán sus
ansias.
2.
Jesús quiere que busquemos su reino
El
segundo verso de introducción remarca las palabras de impacto que
tienen la llave del éxito: Mas
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas.
Muchos
buscan a Dios como una alternativa en su momento de crisis. Sin
embargo el texto bíblico indica que esa búsqueda debe ser antes que
todo. La palabra primeramente implica que los que vivimos bajo el
señorío de Cristo busca la voluntad de Dios ante toda decisión.
Busca el rostro de Dios, se deleita, se regocija en Dios ante toda
cosa.
Este
verso es como si Jesús nos dijera vive bajo mi voluntad. No busques
las añadiduras porque si vivimos bajo la voluntad de Dios no
faltaremos de nada.
En
cierta ocasión el evangelista Lucas registra una historia donde un
hombre se le acercó a Cristo pidiendole que convenciera a su hermano
de ceder su parte de la herencia. Está frente al dador de la vida y
su preocupación es su herencia. Cristo tuvo que replicarle que no
había venido a ser repartirdor de bienes terrestres. La misión de
Cristo y de su reino es venir a darnos vida eterna, felicidad eterna.
La raíz del afán es la Avaricia.
Si
vemos la vida de Elvis Presley, quién Dios le dio su talento en una
iglesia y comenzó a desarrollarse como ministro de alabanza, pero
tuvo en poco lo que Dios le dio y quizo mas.
Un
periodista le preguntó un día. Dime que deseas en la vida:
- Quiero ser rico
- Quiero ser célebre
- Quiero ser feliz
Luego
de vario tiempo, el mismo periodista le preguntó, ahora que eres
célebre y rico, eres feliz? Elvis respondió: Lo
he alcanzado todo, pero me siento solo e infeliz, como un condenado
al infierno.
Hemos
tenido la oportunidad de escuchar el testimonio de Hector Delgado,
antiguamente “El Father”, quién tenía todo lo que un jóven
desea, pero había un gran vacío en su corazón. Ese vacío solo lo
puede llenar Cristo. Es que la vida del hombre no consiste en la
abundancia de los bienes que posee.
Cuando
vivía en El Salvador, uno de mis primos me mandó una fotos de un
auto Mustang y juntos a las fotos una nota que decía ¿Cuando en El
Salvador podrás comprarte un auto como este? En mi corazón se
despertó el deseo de ir a Canadá para hacer dinero. Sin embargo, en
cierta ocasión, asistí a una vigília unida donde tenía que llevar
la dirección de alabanza. Al terminar el devocional, una hermana de
otra iglesia que no conocía, se me acercó y me dio este pasaje:
Considera
bien lo que está delante de ti,
Si
tienes gran apetito.
Porque
es pan engañoso.
Sé
prudente, y desiste.
Porque
se harán alas
Como
alas de águila, y volarán al cielo.
Ni
codicies sus manjares;
Come
y bebe, te dirá;
Mas
su corazón no está contigo.
Proverbios
23:1-7
Los
motivos de mi venida no tenían que estar centralizados en el gane
material, sino mas bien el propósito de un hijo de Dios que le es
menester estar en los negocios de su padre celestial. Dios uso el
conflcito en mi país para que saliera, pero ya no motivado por el
dinero, sino simplemente en salvar mi vida y la de mi familia.
Cuando
llegué a Canadá, país donde fluye leche y miel. Pero Dios me
recordó por la voz de los evangelistas Carlos Angúlo y Ramón
Padín: Has venido a vivir por fe.
Duras palabras que me recordaron que mi propósito a venir a este
país no era para buscar la materia, sino de expandir el reino de
Dios y su justicia.
La
esperanza del cristiano es de entrar a la morada eterna, cuando
escúchemos decir: venid benditos de mi
padre, entren al gozo de su Señor.
Dios
está atento al clamor de sus hijos. Cual sea tu dificultad recuerda
que Dios tiene cuidado de ti. Nuestra familia misma, ya no es la
filial, la de la sangre terrenal, sino como Cristo mismo dijo: Mi
madre y mis hermanos son
los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.
Nosotros
debemos liberar nuestro corazón de todo afán. Debemos aprender a
depender de Dios. Nuestra seguridad y confianza debe estar en aquel
que gobierna este reino, quien gobierna mi vida. Cristo Jesús, Rey
de reyes y Señor de señores jamás nos dejará en vergüenza.
3.
¿Donde debemos comenzar el desojamiento del afán y la búsqueda del
Reino de Dios?
Vayámos
a Juan 3, a la historia de Jesús y Nicodemos. El maestro le dijo a
Nicodemos que tenía que nacer de nuevo. Esto implica un cambio de
mentalidad. Mismo si estás en una prueba financiera y la cajera se
equivoca, lo justo y las reglas del reino es de devolverle y
rectificarle su error. Dios no hace milagros dañando a otros. Dios
es suficiente para hacer milagros creativos y proveyendote sin dejar
en mal o en problemas de otros. El Reino de Dios es de justicia, de
honestidad. Dios te da aún mas de lo que pides.
Nacer
de nuevo es despojarnos de toda carnalidad, de toda mundanilidad.
1)
Se establece una relación estrecha con el Señor.
Mis
ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;
El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.
El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.
Salmo
101:6
2)
Ver y entender las cosas espirituales y los misterios de Dios
3)
Para conocer y experimentar el poder milagroso de Cristo, para vivir
de nuestros propios testimonios y no el de los demás.
Para
despojarnos de todo afán debemos aprender a confiar en Dios.
Dichoso
el hombre que confía en él.
10
Los
leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Salmo
34:8-10
Dios
tiene cuidado de nosotros. En todo momento Dios suple nuestra
necesidades. El te ama y está pendiente de tu vida.
25 Por
tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer
o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido?
26 Mirad
las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros mucho más que ellas?
28 Y
por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del
campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
30 Y
si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno,
Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca
fe?
32 Porque
los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial
sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
34 Así
que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Mateo
6:25-33
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