No
habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad
quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y
Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos,
porque Jehová estará con vosotros.
2
Crónicas 20:17
Generalmente
el ser humano trata de desarollar un sentido de autonomía, ver de
independencia. Si un padre o una madre está demasiado atento a su
hijo, la sociedad lo trata de padre o madre gallina y que le niño
necesita ser independiente. Sin embargo, cuando vemos las escrituras,
el hombre fue creado por Dios para ser un ser dependiente, somos
dependientes de Dios.
Depender
es estar bajo el mando o la autoridad de una persona, también es
necesitar el auxilio o la ayuda de alguien mas. La persona
dependiente se somete, obedece, acata ordenes. Cuando una persona
desea ser independiente se necesita revelarse contra la autoridad
establecida y dice: que nadie se meta en mi vida, porque en mi vida
mando yo. Que triste porque fuimos creados para ser dependientes.
El
humano vive rodeado de necesidades que no puede staisfacer con sus
propias fuerzas. Hay situaciones que uno quiere actuar con sus
propias fuerzas, confiar en nostros mismo o mismo con nuestra propia
inteligencia. Un adicto a las drogas o al alcohol, aunque diga que
comienza y termina cuando quiere, la verdad es que poco a poco las
cadenas van desarrollandose de manera en que se es dificíl luego
salir. Poco a poco se va posesionando las fuerzas y la voluntad del
hombre. Por eso, aunque decimos hasta aquí fallo, seguimos en las
mismas prácticas. Hay un peso espiritual sobre nosotros que nos
domina.
No
se deleita Jehová en las fuerzas del hombre dice el salmista, sino
que se deleita Jehová en los que le temen, en aquellos que han
aprendido su dependencia a Dios. Confía en Dios. Por eso las
escrituras remarcan que es maldito el hombre que confía en otro
hombre. Si tu logras vencer la tentación es porque eres dependiente
de Dios, porque su Espíritu está sobre tí. Las fuerzas humanas no
son suficientes para vencer la naturaleza caída que heredamos de
Adán.
El
humano tiene tres grandes enemigos. La carne, esa tendencia de hacer
lo malo, esos deseos malhonestos que heredamos de Adán. Sin Dios, es
dificil retener tu lengua y todo tu cuerpo para no pecar. En segunda
instancia está el mundo. Las Santas escrituras registran que estamos
en este mundo pero no somos de este mundo. La sociedad está haciendo
presión sobre nosotros para quitar de nosotros esa dependencia de
Dios, al ser tentados con todas las ofertas que te hacen sentir
independientes y sin necesidad de Dios. Finalmente está Satanás
quién detesta la imágen de Dios en nuestras vidas.
El
Dios de nosotros no cambia en su propósito. Es inmuable. Siempre
Dios está pendiente de nuestras necesidades como hemos estado
hablando las semanas anteriores.
El
día de hoy tomaremos la historia de uno de los mejores reyes de
Israel, el rey Josafat. En este relato habían tres enemigos que se
levantarón con el pueblo de Dios. Los hijos de Amón, los hijos de
Moab y los hijos del monte de Seir. Aunque Josafat contaba con
hombres diestros en el arte de la guerra, Josafat nos da una grande
lección.
Josafat
y el pueblo bajo amenza
20 Pasadas
estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y
con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la
guerra.
2 Y
acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene
una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están
en Hazezon-tamar, que es En-gadi.
2
Crónicas 20:1-2
En
el capitulo 20 de segunda de Crónicas, se registra que como todo
humano el pueblo se llenó de temor.
Este
sentimiento es natural en el hombre. Muchos pretendemos ser valientes
y por actuar a nuestra manera, a nuestro tiempo, en nuestra sabiduría
y por eso cometemos errores. Josafat, aunque tuvo temor, hizo lo que
todos deberíamos hacer frente a la prueba, muestra su dependencia de
Dios.
Le
dependencia de Josafat a Dios se maniesta
al:
Humillar
su rostro
Reconocer
nuestros errores, dejar los malos caminos, los malos hábitos, todas
esas costumbres que están corrompiendo tu vida espiritual y que la
nueva teología busca en decir que eso no es nada. Un poco de
levadura leuda toda la masa. Josafat se humilló. El conocía el
secreto ya establecido en el libro de las Crónicas:
14 si
se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y
oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos;
entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra.
2
Crónicas 7:14
Consultar
al Señor
Andamos
buscando consejos que vengan a satisfacer nuestros deseos y a
reconfortar nuestra idea ya hecha, pero muy pocos consultamos a
Dios. Josafat, aunque contaba de grandes estragas y consejeros como
todo Rey, no solo se humilló, sino que consultó a Dios.
3 Clama
a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tú no conoces.
Jeremías
33:3
Clama
a Dios. Da voces, consulta a Dios. No busquemos dirección fuera de
Dios. Pídele su guianza, su protección, porque el Espíritu Santo
no se equivoca. Cuando te mete en un camino es porque sabe que
tendrás victoria. Porque hay caminos que al hombre le parecen
rectos, pero su fin son caminos de muerte. Si le consultas, si clamas
a Él, Dios te responde. Y cuando responde, responde bueno. Te va a
contestar para bendecirte, cuando te entregue algo, podrás alabar,
podrás gozar de libertad y gozo, porque su bendición no añade
tristeza con ella.
Declarar
ayuno y
oración
Hoy
se ha menospreciado ese grande arma poderosa. Ponemos mil y una
excusa para no ayunar. Es como nosotros tratar de tomar la mano de
Dios, pero nuestras fuerzas se debilitan. Por ello es de dejar que
Dios nos tome de su mano, porque el que está en su mano nadie lo
arrebatará. Como sedeja que Dios nos tome en su mano? Jesús nos da
el secreto en Mateo:
41 Velad
y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad
está dispuesto, pero la carne es débil.
Mateo
26:41
El
caer en la tentación muchas veces en provocado por las necesidades.
Un hombre o una mujer insatisfechos en la intimidad buscará ir a
saciarse en otro lugar. Un hombre con hambre está tentado a robar o
ha hacer cualquier locura, para satisfacer su necesidad. Dios pide un
grupo de valientes que puedan comportarse como lo que son: Hijos de
Dios. Es que en medio de esas necesidades humanas, donde la carne es
débil, es de venir postrados y humillados ante Dios. Debemos velar y
orar en todo tiempo, porque es con las fuerzas del todopoderoso que
venceremos toda tentación.
En
vez de consultar a Dios, vamos donde otros consejeros y revelamos
todas nuestras necesidades, nuestras debilidades y hay uno que manda
emisiarios que están atentos para que en base a nuestras necesidades
y debilidades que hemos confesado seamos bombardeados de tentaciones.
Pero
cuando tu consultas a Dios, cuando nos humillamos y buscamos el
rostro de Dios y mostramos nuestra depencia a Dios por medio del
ayuno y la oración, Jehová responde.
El
Señor responde
14 Y
estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaía,
hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita de los hijos
de Asaf, sobre el cual vino el Espíritu de Jehová en medio de
la reunión;
15 y
dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú,
rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis
delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra,
sino de Dios.
2
Crónicas 20:14-15
Luego
de consultar, de humillarnos, de ayunar y orar, es tiempo de
escuchar, de oír. Esa dulce voz que te dice, no temas, no tengas
miedo, no te debilites, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.
Esta guerra es espiritual y nuestros ojos humanos no ven lo que Dios
ve. Esta guerra se ha lanzado para destruir la corona de la creación
y el enemigo está para destruir el propósito de Dios en tu vida, ha
tendido un lazo, ha hecho una emboscada, que al ser no dependientes
de Dios, somos presa facil. Pero cuando dependemos de Dios, Dios
peleará la batalla por nosotros. Él defiende lo que es suyo. Se
puede levantar el mundo contra tí, pero si eres pertenencia de
Cristo, Él peleará por ti.
El
Señor viene a través de su palabra como un ungüento, como un
bálsamo que te reconforta, te alienta, te da nuevas fuerzas, te
levantas las manos caídas, levanta tu cabeza y comienzas a poner tus
ojos en jesús el autor y consumador de la fe, mantendiendo como
viendo al invisible. Sana y hecha fuera el temor, quita el desánimo.
El no está ni adelante, ni atrás, sino que el ángel de Jehová
acampa alrededor de los que le temen.
Dios
quiere que
dependamos de
Él
Ha
llegado el tiempo que en este afán de todos los días, debemos
detenernos, poner un pare. En tu necesidad parate, deja de correr,
deja que Él haga las cosas por tí. Párate, quedate quieto, porque
la salvación es de Jehová.
17 No
habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad
quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y
Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos,
porque Jehová estará con vosotros.
2
Crónicas 20:17
Debemos
de actuar como hijos de Dios, no como hacen los que no conocen al
abogado por excelencia, al médico por sobre todos los médicos, al
que suple y provee. Depender habíamos dicho que implicaba la
obediencia, si Él manda que nos quedemos quietos, que nos paremos,
con actitud pronta debemos responder a su orden. Y hasta alí veremos
la mano poderosa de nuestro Dios obrar a nuestro favor. Dios quiere
que en tu lucha, veas la manifestación de su gloria, veas su mano
obrando por tí, que no metas mano, que no busques en responder tú,
sino que la respuesta venga del Cielo.
¿Entonces
si no puedo meter mi mano, que debo hacer? Tu papel
en esta guerra es adorar
y alabar
18 Entonces
Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los
moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a
Jehová.
19 Y
se levantaron los levitas de los hijos de Coat y de los
hijos de Coré, para alabar a Jehová el Dios de Israel con
fuerte y alta voz.
2
Crónicas 20:18-19
Cuando
te das cuenta que tienes un Dios tan grande, tan fuerte, no puedes
hacer otra cosa que adorar, adorar y adorar, con voz fuerte, con voz
de júbilo, con voz que expresen fuertemente cuan agradecidos estamos
con el soberano Rey y Señor, quién nos vistió de poder. Glorificad
a Jehová porque su misericordia es para siempre. El está contigo en
medio de tu necesidad, para levantarte, para sostenerte, para darte
la victoria, para mostrarte el poder natural de su amor por tí.
21 Y
habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen
a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente
armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia
es para siempre.
2
Crónicas 20:21
¿Cual
fue el resultado?
22 Y
cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra
los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las
emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron
los unos a los otros.
2
Crónicas 20:22
Si
dependes de
Dios, Él peleará
por tí
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