Mas
la senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que
va en aumento hasta que el día es perfecto.
Proverbios
4:18
Se
ha dicho que todo lo que nace, crece, se desarolla. Tanto las
plantas, como todos los seres vivientes, tienen un proceso de
desarrollo. Así un bébé que nace, se convierte en niño, luego en
adolescente, en joven, en adulto, en anciano hasta llegar a la
gloria, todos aquellos que han recibido al Señor en su corazón.
Un
procesos es una acción de llevar adelante y desarrollar algo. En el
día de hoy deseamos reflexionar en ese caminar, en ese desarrollo,
en ese procesos que nos lleva a la madurez espiritual. Deben operarse
en nosotros cambios, desarrollos, un crecimiento natural y saludable
para nuestra vida espiritual.

Dios
desea que lleguemos a la altura de nuestro Señor Jesucrito. Esto
significa, no de una perfección absoluta, sino que desarrollemos en
nosotros el carácter de Cristo.
El
profeta Jeremías nos compara con una vasíja hermosa admirada por
todos, pero para llegar a ser hermosa tuvo un proceso para ser
formada. En primer lugar se escoge la buena arcilla y luego se limpia
de toda piedra o cuerpo extraño que puede dañar el producto final.
Así Dios nos limpia de hábitos, de pensamientos, de palabras, de
comportamientos, de malicia, de vicios, en fin, Dios el alfarero nos
purifica para poder ser una arcilla perfecta.
Luego
el alfarero le pone agua, semejante a la palabra de Dios, para
asuavisar, para que el barro sea maleable para ser formado en la
rueda. Luego de haber dado forma, debe pasar por una ultima etapa
dolorosa, la vasija debe pasar por el fuego, para fijar, para que la
vasija tome la fortaleza necesaria.
Nosotros
debemos tomar ejemplo de Cristo, una vasija de honra, que siendo
Dios, se sometió a un proceso doloroso por amor a ti y a mi. Por eso
dice filipenses dos, se le dio un nombre sobre todo nombre, del cual
toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es
el Señor.
Para
poder llegar a ser imitadores de Cristo, debemos meditar un su
sublime carácter. Cristo fue integro. En el fuego de la prueba tres
veces compartió como se sentía en la prueba, el peso moral y
espiritual que sentía sobre Él. Los evangelios registran como su
sudor se convertía en gotas de sangre, como en el Getsemaní se
expresa al Padre pidiendole que pasara, si posible, de Él ese
tormento. Pero que no fuese como Él quería sino tal cual era la
voluntad del Padre.
En
la prueba debemos recordar que nuestro destino es de brillar, debemos
ser como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es
perfecto.
La
Biblia divide las personas en tres grupos. El enfoque de hoy es que
podamos ver como en nuestra vida hemos pasado por los tres grupos o
si nos hemos estancados en el proceso. No avanzamos, no crecemos,
hablamos siempre de lo mismo, nuestra forma de pensamiento es la
misma.
Primer
grupo: El hombre Natural
Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.
1a
de Corintios 2:14
Esta
es la persona no regenerada. Vive lejos del área espíritual y por
ende no conoce a Dios, no aprecia el evangelio. Para Él las cosas
del Espíritu le parecen locura, no entiende las cosas del Espíritu.
El ayuno le parece algo ilógico, el mover del Espíritu Santo en
lenguas o danza le parece desorden, no entiende porque el vestir del
cristiano debe ser distinto, puro, honesto y santo. Su interés son
los valores terrenos, los placeres de la carne, el dinero, la fama,
el no someterse a nadie.
Sin
embargo, todo puede cambiar cuando uno se encuentra con el caballero
de la cruz. Allí debuta el proceso. Nadie nace aprendido. Las
aptitudes cognitivas, motrices y verbales deben ser desarrolladas en
el niño, sino se convierte en una persona dependiente e
incapacitada, aunque tiene las facultades para poder desarrollarse.
Es un proceso de aprendizaje. Así, todo aquel que es llamado por
Dios y
Segundo
grupo: El hombre Carnal
3 De
manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino
como a carnales, como a niños en Cristo.
3 porque
aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y
disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
4 Porque
diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de
Apolos, ¿no sois carnales?
5 ¿Qué,
pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales
habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
8 Y
el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno
recibirá su recompensa conforme a su labor.
1a
de Corintios 3:1-8
Esto
es cuando tenemos conocimiento superficial de Cristo, pero también
tenemos reacciones y comportamientos del hombre natural. Así como
Nicodemo, un relgioso a quién Jesús le dijo que era necesario nacer
de nuevo. Pablo le escribe a los corintios quienes, a pesar de ser
llenos del poder de Dios, habían saltado etapas del proceso. La
iglesia de Corinto es simbolo de la iglesia pentecostal moderna,
llena del poder del Espíritu Santo pero en desorden. Personas que
creyendo que poque habían hablado en lenguas se creían ministros,
superiores. Por eso habían celos entre ellos, contiendas y hasta
pecados deshonrosos.
Debemos
de estar concientes que estamos en un proceso y no podemos quedarnos
estancados en esta etapa. Podemos usa una palabra de autoridad y
decirle al diablo BASTA! Debemos de desarrollar, porque mientras
estamos allí Dios no puede cumplir su propósito en nosotros.
Imáginate
si al orar un carnal Dios hace un milagro, se inflará de orgullo y
se robará la gloria que solo le pertenece a Dios. Cuando impones
manos, cuando oras por alguién, cuando predicas u ofreces cualquier
servicio, debemos darle TODA la gloria a Dios. Aprender a ser
humildes y de reconocer que así como cuando Cristo entró por la
ciudad y le alababan, le saludaban con palmas y decían Hosanna al
hijo de David, toda esa alabanza del pueblo era para el que iba sobre
el pollino, no era para el pollino. Nosotros, debemos sentirnos
privilegiados de ser canales de bendición, de ser instrumentos para
su gloria, pero no gloriarnos en la carne, creernos lo que no somos.
La palabra siervo significa el que sirve. En la modernidad, muchos
usan ese vocablo para muchos ser servidos y puesto en lo alto. La
gloria siempre y únicamente debe ser para Jesús!
El
hombre carnal es el que no le tiene respeto a las autoridades
espirituales, no le tiene respeto a sus compañeros de milicia, es
aquel que desea que el mundo gire alrededor de él. Es rápido para
hablar, para criticar, para murmurar, para juzgar. Se comporta como
niño. Cuando las cosas no se hacen como él desea se encapricha y
simplemente decide de abandonar el redíl o en medio de la prueba
busca recursos en todas partes primero, en vez de venir a los pies de
Cristo y depositar su carga a los pies de la cruz.
Tercer
grupo: El hombre Espiritual
16 Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas
nosotros tenemos la mente de Cristo.
1a
de Corintios 2:15-16
La
cima del proceso es el hombre espiritual. Este es el que juzga todas
las cosas. Ojo, no dice juzga a los demás, sino que juzga todas las
cosas. De detiene a reflexionar, a analizar, a pensar antes de
hablar. No se presta a las trampas, a los lazos que el enemigo le
tiende. Analiza si va a edificar, a levantar o a destruir con sus
palabras, con sus hechos.
Este
se encontró con Cristo, nació de nuevo por la palabra, es guiado
por el Espíritu Santo y es libre toda inclinación sectaria. El
espíritual trabaja en pro de la obra del Señor. Que si uno se
pierde por causa de nuestra indolencia, la sangre de ese será sobre
nuestra cabeza. Hace cuidado donde pone su pie, a que presta su oído,
donde pone sus ojos.
El
espiritual es como un cedro del líbano, como un árbol plantado
junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no
cae. Dios te trajo a esta ciudad para ser puente de salvación en una
sociedad llena de corrupción. El hombre espiritual piensa con la
mente de Cristo. Amor sin límites, miesricordia eterna y pasión
hasta la muerte.
¿Como
puedo permitir que este proceso se realice en mi vida?
- Escudriñar la palabra – Juan 5:39
- Llevar una vida de oración – Mateo 26:41
- Practicar el ayuno – Mateo 17:21
- Congregarse – Hebreos 10:25
- Seguir la dirección del Espíritu Santo – Juan 16:13
Entra
en el proceso y lograrás alcanzar el propósito de Dios para tu
vida.
¿En
que etapa del proceso estás?
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